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lunes, 31 de mayo de 2010

Vida.

Las escaleras son infinitas.
Para llegar al lugar,
En donde los arboles son hermosos,
Con forma de saltamontes enfurecidos,
Que parecen no quitarme la mirada.
Siento el paso de las hormigas,
Que se marchan con una sonrisa en sus caras.
El viento susurra:
No caigas, no caigas.
Traté ponerme de píe,
Pero caí instantáneamente.
Apareció un ave hermosa,
Desde la tierra,
Con destellos azules,
Penetrando en mis ojos.
En el fondo,
Se aprecia un tumulto de flechas,
Que atravesaron al pájaro,
Dejando sólo una pluma caer en mis manos.
Es lo único que pude rescatar,
De aquella muestra perfecta de vida.

Por: Mario Iturrieta.

domingo, 30 de mayo de 2010

La condena de Vallenar

Ser un hijo de esta ciudad no es sólo un accidente geográfico. Creo que haber nacido en Vallenar es una condena de por vida, es un castigo.

Como nos podemos dar cuenta de las miserables vidas que circundan por nuestro valle, de las enclenques casas que se amontonan por las poblaciones, del tren que traza una parte de nuestra ciudad, las expectativas a las que sólo un vallenarino tiende son bastante mediocres. Vamos por parte.

Al nacer, tu madre tiene que tomar un colectivo Torre Blanca para llegar al hospital. El colectivero, seguramente, para estas ocasiones, es viejo, es buena onda, es "cercano". Y le pagas, paradójicamente, quinientos pesos por su simpatía.

Tu madre entra al hospital e intenta ubicar enfermeras conocidas que puedan garantizar un mejor trato por parte del doctor, que siempre, pero siempre, va a ser alguien ajeno a la ciudad, pero cercano a todas las mujeres viejas.

Tu, después de un viaje inconsciente, te enfrentas a tu madre, doctores y cuchillas, y tras ellos una ciudad frustrada, con sueños expirados, con alegrías eventuales, una ciudad que se parece agradable para vivir, pero no lo es tanto al hacerlo.

Ir por calle Serrano, subiendo, viendo lo mismo: una escuela 2 que no tiene sentido más que preparar gente humilde para un futuro cada vez más duro; "El Esfuerzo" decayendo a través del tiempo; un local de tragamonedas que evidencia la escasez de superación; un mercado que intenta hacer histórico algo que no es histórico; una plaza de artesanos en donde venden figuras chinas y poleras de grupos, un hippie y una hippie, y una gorda que no hace nada; Galería Bavaria, un mall para los pobres, para que no tengan que viajar a La Serena a ver el otro mall de los cuicos y sentirse como uno de ellos, sin embargo, es muy caro y no es agradable; florerías en decadencia; locales a los que nunca he entrado; un persa que vende copias; un súpermercado de una familia extranjera acomodada socialmente en la ciudad; una comisaría con los hijos de los pobres orgullosos de su posicionamiento; zapaterías y peluquerías intactas, desconocidas; paraderos con gente llena de bolsas con suministros para poder seguir viviendo y pagar impuestos, para sobrevivir, para trabajar, para estudiar; luego, no te das ni cuenta y estás en el otro límite de la ciudad, llegaste a la Quinta Valle, en donde está la gente con una mejor situación socioeconómica, los autodenominados clase media, que de medios no tienen nada, y su exclusivo colegio Ambrosio O'higgins, o Cao'h, eso lo hace más cuico, las siglas extrañas. Y tú caminas, y qué. Sólo ves todo, tan cotidiano, y no te sorprende ser parte de esto. Existe una mina multinacional que te dará trabajo por un tiempo, pero a cambio te violará a tí, a tu familia, a tus amigos, a todos. Esto es exactamente lo mismo que cuando vinieron los españoles a por el oro, la única diferencia, como defecto nuestro, es que tenemos la consciencia de saber que lo hacen, que nos engañan, que nos roban y ninguno hace nada, a lo más da apoyo moral, con la fe que nada pasará. Eso es una mentalidad mediocre, una mentalidad obstinada, pasiva y no lo quieres aceptar.

El río, el mejor lugar de Vallenar. Alcohol, peleas, policías, drogas, fútbol, perras, oscuridad. En este lugar se revela Vallenar, nos muestra tal como es su sociedad. Gente sin oportunidad que no tiene donde tomarse un trago, que no tiene dinero para ir a la disco, que quiere escapar de la urbe, de su gente, de las relaciones sociales impuestas. Esta es la gente que habita, no somos cuicos, no tenemos auto, no carreteamos en la casa del Nacho Rodríguez, no vamos a la Cuervo Negro, no voy al Yoyo's Pizza.

Eres más grande y te gusta una mina del Santa Marta, vas a los carretes donde ella va, te mezclas con gente desagradable con tal de estar cerca de ella, tienes que gastar más plata porque ella, indirecta y lamentablemente, lo pide, y muestra su parte de interés. Fiestas de quinceañero en donde se baila lo que se ve en la tele, se toma lo que toman todos, se come lo que debes comer y en la cantidad justa, dependiendo de tu reconocimiento, fiestas en donde se agrupan los skaters y "hacen-cosas-diferentes-mezcladas-con-maldad-y-punk-norteamericano", y no son más que mierda, sujetos planos. Y ellas, que en la tarde fueron al Rendic con su mamá a hacer las compras, seguramente se dieron una vueltita al centro, podían encontrar algo que comprar. Y también pasaron a la "Librería Victoria" a comprar unos materiales para el hermano menor para el día lunes. Y se visten con copias de la imagen capitalina (capitalista) que vende, adecúan la moda al estilo vallenarino.

Es la hora de estudiar y los mejores se van a Santiago y todos lo saben, y todos lo refriegan en las caras de los mismos. Los más o menos inteligentes se van a La Serena o a Copiapó a una estatal. Y los menos inteligentes (pragmáticamente en el sentido económico y consigo, social) se van a institutos a estudiar técnicos, estudiar trabajo social, estudiar para parvularias, ingenierías mulas, etc. Y al estar ahí, decir que eres de Vallenar es algo chocante, como cuando escuchas en la tele que nombran Vallenar y le dices a todos: "dijeron Vallenar" y miras atento, creyendo que van a decir más, pero no. Dices Vallenar y crees que te aplaudirán, pero no, Vallenar no es nada más que una ciudad ajena para todos, sólo fíjate que no tiene atractivos: o es Huasco, o es el valle. Vallenar no tiene universidad, Vallenar no tiene malls, Vallenar no tiene Falabella, Vallenar no tiene McDonalds; Vallenar sólo tiene plagios, Vallenar no tiene nada de valle si no fuese por un hilo de agua que cruza el cemento urbano, que cruza vidas que quieren marcharse.

Vivir como afuerino, consciente que eres de Vallenar, que es tu tierra, te pule hasta encontrar un ser triste. No es divertido estar estudiando lejos de tu familia, de tus amigos, para transformarte en una pieza (JAMÁS ESENCIAL) del jueguito de la vida, para transformarte en lo que odias, en esa simplicidad de vida, sistema, la rueda, el mecanismo, parte por parte: nacer, crecer, estudiar, trabajar, casarsem vejez, demencia, muerte. Es triste estar consciente de estos cambios, y es más triste hacerse el huevón con estos cambios. Vallenar no cría ganadores. Farkas a lo mejor, quizás, pero ese tipo no tiene la misma sangre diaguita. Pero, ¿qué? No somos más que un puñado de perdedores, nostálgicos, viciosos, y que en nuestras mentes intentamos detener el sistema, pero actuamos en base a él.

Calle Prat. Domingo, vacías. Sábado en la tarde, poca gente. Viernes, de día: trabajadores apurados, locos; en la tarde: estudiantes; en la noche: delincuentes. Bares con ideas copiadas y sin éxito. Calles con autos seudo-"Rápido y Furioso", Bata con pacos afuera, un restaurant en el que no conoces a nadie (nadie), un jeep con rubias que no se mezclan con nadie, unos departamentos en la plaza, una plaza de cemento, una iglesia que guarda los pecados de sus curas pedófilos (Casiano Rojas), sus obispos corruptos que van de visita y los reciben como si fuese un familiar.

Vallenar en decadencia, Vallenar en peligro, Vallenar, ya no quiero escribirte más. Siempre estaré feliz de volver a verte y nunca renegaré de tí, pero me da pena ver tus defectos, ver tus arrugas, ver tus canas. No soy nada más que un perdedor, un hijo de tu tierra, un ser que criaste y lo volviste inerte. Soy Juan Pablo Tapia Robles, un condenado por tí.

sábado, 22 de mayo de 2010

Peter Gunn

El tipo avanzaba por parajes oscuros, suburbios, por callejuelas entre negras y azules, humo, basura, ventanas chicas con rejas negras, basureros, diario en el piso, ratas, autos policiales, deshabitadas, iluminados por la luna y alguna luz de algún foco, iba vestido con su abrigo negro, guantes cortados, un gorro de copa, un bastón, botas, camisa blanca, y con un paso formidable. Lo hacían llamar Peter, Peter Gunn.

Peter, llamémoslo por su nombre, era un amante del homicidio, de la carne, de los cuerpos pintados con sangre, de cuchillas, pistolas, lo que sea. Y fue eso lo que lo llevó a deambular por lugares marginales en búsqueda de lo mismo, de la muerte, de ser parte de ella, de unirse, de consumar su amor con el final.

Y así fue como entró a un bar clandestino en donde se encontraban más de los suyos destrozándose, bebiendo alcohol y llorando, otros muertos, otros totalmente lúcidos, otros estrellándose contra la pared, otros comiendo vidrio, otros desmayados, otros drogados, otros riendo, otros bailando. El efecto fue inmediato, Peter comenzó a bailar desenfrenadamente y de fondo sonaba esta canción.

por Juan Pablo Tapia Robles

viernes, 21 de mayo de 2010

Una vida, una mentira, un futuro: "La Mierda"

Supongo que como ser humano, no soy el único que se cuestiona costumbres, pensamientos, ideales, etc, que están dentro de nuestras sociedades, y dentro de nuestras vidas, o diario vivir mejor dicho. Quizás puede que unos vayan mucho mas alla que otros, pero eso es otra cosa.
Supongo también que la mayoría de las personas alguna vez han tenido su "etapa d mierda", donde ven todo mal, nada les gusta y entonces van a un psicólogo el cual los trata a causa de una "depresión", que luego desaparecerá, asumiendo que la mierda que viste o que vives a diario desaparecerá con el sólo hecho de ir a un doctor.
Me consideré un chico agradable e inteligente por muchos años, más aún, un tipo positivo, alegre, optimista, etc.
Siempre pensé que uno al crecer, no se daba cuenta cuando ya eras un tipo socialmente aceptado como maduro, y que ntonces todo iba bien, ya no existían dudas de niños, verguenzas, nada. Lo más extraño es que pensaba que la infidelidad en los adultos eran cosas aisladas, que sólo ocurría en films o cosas así, hasta que de pronto te bañas en un mar de realidad, ke t pudre.
A los 18 años me di cuenta que el mundo no tenía vuelta, que ningún partido político hará caer a todos aquellos que especulan kon nuestros sueños, que ya nunk el planeta volverá a ser un lindo lugar deskontaminado, que ya nunca andarás seguro por la calles o en alguna fiesta, que simplemente estás en un juego de mierda, del cual no puedes salir.
Cuando esa visión de lo que te rodea llega a tí, es como un golpe en tu rostro con alguna luma, o un rodillazo de lleno en la boca de tu estómago. Entonces es allí cuando nuestra vida comienza a ser grand, y a la vez decadente.
Nos drogamos, nos emborrachamos y lo hacemos cada vez con mas frecuencia, y claro es que en el fondo si pudiesemos estar drogados o ebrios la mayor parte del día, lo estaríamos, pero tampoko keremos ser una mierda en la sociedad que nos rige. Pasamos de ser grandes por ver la vida crudamnt komo es, a ser mierdas en ésta sociedad al kerer evitarla kon sustancias y mierdas.
Un día me di cuenta ke ya no creía en la felicidad, si no ke sólo existen momentos felices. Komprendí que kon una sonrisa no se kura todo, komo plantean los positivos de esta vida.
"Entonces te das cuenta ke tienes una vida, hecha en una sociedad kon valores e intenciones de mentira, ke nos lleva dentro de una carroza fúnebre a un futuro, que literalmente, será una mierda"

Nos drogamos, nos emborrachamos, a veces destruimos, sólo por una cosa, por que somos, en el fondo, personas frustradas, pero no tristes.
y por eso kolegas, siempre ke se puede brindar kon uds, se hace. salud!!


(Hubieron pasajes del texto en los ke alguna lágrima se me asomó, debo decirlo)





Por: RODRIGO TAPIA JOFRÉ

domingo, 16 de mayo de 2010

El Homenaje.


La triste historia de un hijo que se fue en las manos de un amigo, Por el minuto de silencio que se brindo, y por el duelo que aun esta latente. Juan Pablo Tapia se llevo el suspiro, la última chispa de mi hijo. El encendedor.

Por: Francisco Arévalo Silva.

lunes, 10 de mayo de 2010

El ciclo del daño y los últimos soñadores.

La historia de cómo mueren los últimos buenos hombres…

Todo empieza con el prejuicio de las mujeres al juzgar a los hombres de ser todos iguales, el ser humano nace neutro y se le forma en el camino, ¿Qué piensa un inocente niño al oír estas palabras? La respuesta es nada, solo las guarda en su subconsciente para en un futuro hacer uso inconciente de ellas.

El ciclo empieza cuando las féminas bajo su prejuicio se topan el camino con un espécimen de hombre en peligro de extinción, el aun soñador, el que aun es buena persona…
Bajo la escusa que es un hombre rompen sus sentimientos y toda ilusión de volver a creer en el amor, los apuñalan en base a mentiras, manipulaciones y humillaciones de todo tipo, es decir, los quiebran… y así muere un buen hombre por culpa de una mujer, así se asesina a un ser que jamás deseo mal, pero que pago por los errores de otro. En su afán por seguir haciendo mal en el ciclo, ofrecen amor y no dejan de destrozar a los pobres incautos que se posan en las alas de semejante mariposa traicionera, y aquel hombre se frustra. Decide que nadie es digno de su amor y mira al sexo femenino con recelo y desconfianza, mira hacia atrás y se siente herido por ver que algo supuestamente delicado lo contamino con el veneno mas toxico. Ahora comienza a sufrir, llorar en silencio al ver sus ideales rotos en miles de pedazos.
¿Qué mas puede pensar un hombre que solo quería recibir amor? ¿Qué puede sentir un hombre al ver como alimentan su ilusión y después ve como la pisotean sin asco? Una vez que se han causado todos daños posibles por existir, una vez que han aniquilado todo rastro de bondad y de cagarnos la vida, tienen el descaro de culparnos por ser unas bestias, bestias que ellas forjaron con sus propias manos y voluntad. Matando a los soñadores y ejecutando a los últimos amantes… dejando a aquel iluso abandonado al olvido, dispuesto a devolver el daño que ha sufrido sin merecer, iniciando el ciclo del daño….


Se que es una mierda, pero es lo que pienso.


Por: Francisco Arévalo Silva.

domingo, 9 de mayo de 2010

Homosexualidad, un tema para conversar

Pienso que toda la vida sería mejor si los hombres fuéramos, en parte, homosexuales. ¿Por qué digo semejante voludez? Porque si fuéramos homosexuales, nos importarían una raja las mujeres, incluyendo los problemas emocionales que el enamorarse de una de ellas significa. El tratar de entenderlas sería una problemática más fácil que la tabla del 1 y el tratar de jotearles las tetas sin que se den cuenta no sería una proeza dura de realizar a diario. Hay que aceptarlo: aunque hayan hombres que se hagan los machos rudos y digan que no están ni ahí con las minas, ellos mismos saben que se engañan, si al final los tienen todos cagados en cuanto a lo mental y lo monetario... y no sólo a ellos, sino que a muchos. Ver a mi padre y a muchos adultos ser unos pequeños sirvientes de sus señoras, me da miedo... me hace pensar que cualquier mina te pueda meter un gol y se va a quedar con todo tu dinero para el resto de tu vida... ¿O sea: Hijos = Condena? Parece ser que sí. Eso lo pienso cada vez que llego ebrio a mi casa y veo en los ojos de mi padre la decepción de verme así, tan débil, tan humillado, tan alcoholizado (si supiera que su hijo se metió en eso por minas ja ja ja), tan hecho mierda. Recuerdo que eso fue lo que me dijeron ellos el día que desperté muerto de curao cerca de un canal (una linda historia, por cierto): me dijeron que lo peor para los padres era ver como un hijo los decepcionaba, que era lo más frustrante para ellos. ¿Habrán pensado mis papás eso al momento de concebirme, que lo que venía en camino, iba a ser tan mierda? Por desgracia, creo que no… Mejor hubieran adoptado un hijo de África, alguien que fuera bueno y que no supiera de la existencia del alcohol, porque allá nacen sin alcohol y todas esas cosas... en África no hay Pub Duna, ni Boikot, ni Rock & Psicodelia ni ninguno de esos lugares, viles antros de la perdición. En fin, los hijos son una condena y una cadena de decepcionamiento para los padres...
Y a que voy con todo esto... hagamos cuenta: por minas me metí en el alcohol (y no es excusa, es una verdad, porque antes yo no era un chico bueno para la bebida), por minas los hombres tienen hijos y se condenan a un despilfarro de dinero, por minas los hombres se humillan a ser unos macabeos (y no digan que no algunos hombres.. cada quien sabe dónde le aprieta el zapato)... en fin, el homosexual tiene pros muy buenos, porque no son tan complejos como las minas y por el hecho de no tener vagina, no pueden tener hijos ni nada de eso... Al final, el ser homosexual es una opción fácil y entretenida… No sé cómo puedo hablar semejantes mierdas, teniendo polola (mujer) y que todos sepan del hecho que no me gustan los hombres, para nada... no sé... a veces me gusta hacer esto... hacerles perder un poco de tiempo (aunque creo que nadie leerá esto)... pero para aquellos interesados... ¿qué pasaría si fueras homosexual?



Por: Felipe Antonio.