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sábado, 4 de septiembre de 2010

Teatro

No son los mismos actores,
pero es el mismo guión
cuando los oígo me arranco,
cuando los oígo me duele el pecho
porque se reviven en mí los cuadros,
porque son diferentes a la vez iguales
sin mencionar el más inevitable
repetitivo e infinito cuadro
que cae con el telón sobre las tablas.
Por: Vanessa Saavedra

domingo, 4 de julio de 2010

Amanecer


La noche estaba triste, y yo también.
Aquella noche la luna no quiso asomar su belleza natural para que el sufrimiento de la noche, y el mío, no se sintieran amenazados.
Yo vestía de negro. Los acontecimientos de mi vida comenzaron a pintar mi ropa y yo sin inquietarme, miraba y me gustaba ir de negro, como refugiandome en la noche.
Encendía un cigarrilloy me sorprendí, el fuego era negro, sí, negro como mi ropa y como la noche que nos abrazaba. Comenzé a fumar y a caminar por senderos en los cuales sólo yo sabía que existían. No veía nada, pero sabía donde estaba. Cada paso, cada respiro, cada fumada de mi cigarrillo estaba medido.
Antes de llegar a aquel paisaje de eterna oscuridad, había escuchado decir a un perro "cada uno sabe donde le aprieta el zapato". Me pareció extraño que fuera un perro quién lo dijiera, por que los perros no ocupan zapatos.
Mientras deambulaba por aquellos senderos que sólo yo conocía, comenzé a sangrar. Daba un paso y parecía que alguien me habría una herida y le dejaba caer con brutalidad sal y alcohol. Me devolvía y cambiaba de dirección, y luego otra vez esa sensación de heridas abiertas. Poco a poco el dolor fué siendo parte de mí, y mientras la noche transcurría me iba refuguiando en más dolor que a esa altura de mi recorrido ya ni me parecía malo.
Sentado en un trono de espinas me puse a escribir. Mientras escribía me dí cuenta que lo que la tinta negra marcaba sobre el cuaderno negro eran palabras que mi volcabulario no solía utilizar, o frases e ideas que mi mente no consideraba, además de sentimientos de rencor que en aquella noche si creía que fueran adecuados para vivir
La noche parecía eterna y comensé a sentirme mal, la noche ya me estaba absorbiendo como parte de la oscuridad. que extraño pensamiento, no haberme dado cuenta que ya era parte de la noche, que mi vagar pertenecía al lado oscuro de la luna.
Dejé de escribir y boté el cuaderno negro a la mierda. Sentía que sangraba bastante, mi piel estaba llena de yagas y no sabía que hacer, quise llorar y al comienzo me resisití, pero cuando me acorde que estaba en la puta oscuridad me solté a llorar como un niño. Lloré bastante.
De pronto quise escapar de todos esos senderos, salí corriendo de aquel lugar, pero luego me devolví. Recordé al perro, y comencé a barrer con todos esos senderos de mierda que me hacían sangrar. Con mis propias manos fui creando un camino, mientras creaba la vía que cortara todos esos pasajes de autotortura, pude vislumbrar algunos colores. Me eché hacia atrás emocionado. Vi como el sol se levantaba por sobre las montañas, como el cielo se pintaba de un color alegre que me invitaba a unirme al cielo y comenzar a bailar, sí a bailar, como cuando eras un niño.
Levanté mis manos, no las veía de hace mucho tiempo. Miré mi ropa, vestía colores muy eufóricos, como esa euforia de rabia adolescente que alguna vez dejé escrita en canciones.
Comencé a correr bajo los rayos del sol que me encedían una maravillosa alegría de estar aquí, en mi camino trazado con mis propias manos.
Mientras comencé a dibujar en la tierra del camino un destino, vi pasar a aquel perro, el perro iba con zapatos, yo le sonreí y le dí las gracias. El perro sonrió y se echo a correr.

domingo, 27 de junio de 2010

Encuentro con Fátima

Andaba por calles perdidas, pasajes ajenos; entre gente extraña, entre salvajes bípedos. Miraba el cielo y me enfrentaba ante una gigante sábana amarilla y unos cuerpos celestes jugando a las escondidas. Mi mente refugiaba sólo al miedo y a un ser desconcertado.

No era un estado material.

Voy y no sé a dónde. Sólo voy. Camino porque las piedras me obligan a hacerlo. Me sumergo por el pavimento y nado entre el asfalto, que me pinta el cuerpo con líneas calientes negras. Viajo entre alcantarillas y tuberías, entre serpientes y cadenas. No puedo dejar de alimentarme de las raíces que asoman desde el techo.

Desde el cielo amarillo comienzan a bajar reyes muertos, Fátima, maniquíes y los cuerpos celestes. Salgo a la superficie por una alcantarilla, y todos están mirándome en silencio. Los militares me toman y me dicen que mire a los ojos de Fátima. Ella se acerca me acaricia y me mira perdidamente y dice: "Toma esta pastilla".

Despierto, sudado, y miro hacia todos lados, y estoy solo en el desierto. No sé en cuál desierto de arena negra. La sábana amarilla del cielo desapareció, y ahora no hay nada. Nada. El cielo es transparente. Escucho una dulce voz omnisciente que me dice al oído: "Ahora somos uno". Tratando de entender el mensaje, me miro y soy invadido por serpientes ciegas que se pasean por mis piernas y brazos.

Estoy tirado cerca de la carretera. Intento safarme y caminar, pero no puedo. Y aparece de una carreta la Vírgen, que va a por mí, me toma entre sus brazos y me sube a su carroza. Nos vamos al cielo y haremos el amor.

sábado, 19 de junio de 2010

Lejanía

Tú allá y yo acá. Tu aquí y yo allá, tan lejos de mi mismo.
Yo allá, tan lejos de ti y de mi. Tan lejos de todo.
Yo allá, tan cerca de todos. Tan lejos de mis sueños.
Yo allá. Moriré de soledad. Tú acá. Descubriste que no vale la pena llorar.
Llorar. Llorar por alguien que siempre estuvo muerto. Tú acá y yo allá.

Por: Francisco Arévalo Silva.

jueves, 10 de junio de 2010

En automático

En automático me enamoro del amor,
Sus ideales me seducen y llaman a su lado.
No creo en ti, le respondo y le doy vuelta la cara.
En automático la vida es bella, sin problemas
El dolor cierra la puerta y entra el olvido.
Ven pasa, siéntate conmigo y compartamos un rato, le digo
En automático la felicidad es efímera, pero intensa.
Bailemos, le digo alegre.
Me concede una pieza y se marcha entre la multitud.
En automático los sentidos engañan y el alcohol me toma prisionero
Suéltame, le grito iracundo
No puedo, somos uno me responde
En automático se va el arrepentimiento,
Y entra el éxtasis de estar vivo.
Quédate conmigo no me abandones, le ruego
En automático me convence la soledad
Y me llama a su lecho moribundo.
Caigo en sus brazos aturdido.
En automático he hecho daño,
Lo hice sin intención,
Pero el dolor no se puede compartir.
Estoy abriendo mi caja de Pandora
Y espero no decir algo que no quiero.
En automático.

Todas estas fueron las palabras que pasaron por mi mente cuando preferí andar ebrio en vez de hacer vigilia a mi viejo que se cagaba de dolor solo en el hospital. Esa noche de mierda no necesite que me dijeran nada. Por mi parte entendí que tenía problemas y decidí ser una versión de mi mismo que no hizo más que fracasar, otra vez...
Algunas personas supieron de aquello.

Por: Francisco Arévalo Silva

jueves, 3 de junio de 2010

Puente.

Un lago de conciencia

Que se extingue cada vez más.

El cielo pesa

Ante nuestros ojos.

Las flores son rojas, negras y violetas

Cada una relacionada

Con la simpleza de las emociones

Que alguna vez compartimos.

El camino ya no es el de siempre.

Se desmorona

Como un viejo puente

Conformado por troncos.

Así es la vida

Las personas pasan

Y las vivencias nos desgastan

Pero de alguna u otra manera

Siempre buscamos

La forma de no cortar la cuerda

Que nos sostiene.

Por: Mario Iturrieta.

miércoles, 2 de junio de 2010

Amor y odio, odio y amor

Amor, para muchos, lo ke mueve al mundo. Yo no creo ke lo mueva, si ke exista, pero no ke sea "la base de las relaciones humanas" komo decía el puto de maturana al hablar de la biología del amor, toda esa mierda hippie y soñadora, además d idealista.
La gente, habla del odio como un pecado, klaro, éste país es cristiano, o católico, o d alguna secta como varias de nuestras compañeras d universidad, y q se "rigen" ante valores q no son mierda, pero q lo pareciera, y ke al final ni ellas mismas kumplen ¿?. Viviendo en un país así, donde todos tienen derecho a opinar ke es etiko y ke no, ke es valorable y ke no, el reconocer odio t hace un tipo de ser humano peligroso para la sociedad, hasta despreciable.
La gente puede ser humillada, puede ser ignorante, puede llorar todos los días y sentir impotencia, pero no odian, por ke es malo. Las dueñas de kasa, ke lloran seguido, ke se frustran, ke han vivido toda su vida fiando n l almacén, ke a diario llaman a su kasa para cobrar, vive en eterno submundo de frustración, pero ellas no odian, creen ke está bien, "por ke así son las cosas en la vida".
Las personas leen en el odio, una declaración de extrema violencia hacia el amor, una especie de barra brava a favor del odio contra la barra del amor, que jodida mierda.
Yo me declaro un odiador, un odiador de la ignorancia, ke permite ke vivamos en un país de no odio contra las injusticias sociales, un odiador de las empresas que se adjudican espacios de la gente, como playas, ríos, valles, un odiador de aquellos ke usan una sotana y mantienen a la población en un grado de estupidez para ke "amen", a pesar de ser basureados y un odiador de todos akellos que representan a todas las personas de un país en un congreso, pero ke nunk los ves por tu barrio.
A la vez, creo ke amo demasiado, y es por eso ke odio. Amo la libertad, ke no se da, amo la naturaleza, ke te la destruyen por dinero, amo la igualdad, ke nunk he konocido y por eso odio no conocerla.
Odiar es sano, es lo más sano ke hay, por ke antes de tu odio hay amor, hay una pasión ke se ha kebrantado, o ke ha alguien te está amenazando.
"Odiar, es haber amado"

martes, 1 de junio de 2010

Punto de vista

Cuando me puse a descansar,
me miré al espejo
y no pude evitar asombrarme
de mi propio cambio.
Estás más apuesto -me dije.


Por: Felipe Antonio.

lunes, 31 de mayo de 2010

Vida.

Las escaleras son infinitas.
Para llegar al lugar,
En donde los arboles son hermosos,
Con forma de saltamontes enfurecidos,
Que parecen no quitarme la mirada.
Siento el paso de las hormigas,
Que se marchan con una sonrisa en sus caras.
El viento susurra:
No caigas, no caigas.
Traté ponerme de píe,
Pero caí instantáneamente.
Apareció un ave hermosa,
Desde la tierra,
Con destellos azules,
Penetrando en mis ojos.
En el fondo,
Se aprecia un tumulto de flechas,
Que atravesaron al pájaro,
Dejando sólo una pluma caer en mis manos.
Es lo único que pude rescatar,
De aquella muestra perfecta de vida.

Por: Mario Iturrieta.

domingo, 30 de mayo de 2010

La condena de Vallenar

Ser un hijo de esta ciudad no es sólo un accidente geográfico. Creo que haber nacido en Vallenar es una condena de por vida, es un castigo.

Como nos podemos dar cuenta de las miserables vidas que circundan por nuestro valle, de las enclenques casas que se amontonan por las poblaciones, del tren que traza una parte de nuestra ciudad, las expectativas a las que sólo un vallenarino tiende son bastante mediocres. Vamos por parte.

Al nacer, tu madre tiene que tomar un colectivo Torre Blanca para llegar al hospital. El colectivero, seguramente, para estas ocasiones, es viejo, es buena onda, es "cercano". Y le pagas, paradójicamente, quinientos pesos por su simpatía.

Tu madre entra al hospital e intenta ubicar enfermeras conocidas que puedan garantizar un mejor trato por parte del doctor, que siempre, pero siempre, va a ser alguien ajeno a la ciudad, pero cercano a todas las mujeres viejas.

Tu, después de un viaje inconsciente, te enfrentas a tu madre, doctores y cuchillas, y tras ellos una ciudad frustrada, con sueños expirados, con alegrías eventuales, una ciudad que se parece agradable para vivir, pero no lo es tanto al hacerlo.

Ir por calle Serrano, subiendo, viendo lo mismo: una escuela 2 que no tiene sentido más que preparar gente humilde para un futuro cada vez más duro; "El Esfuerzo" decayendo a través del tiempo; un local de tragamonedas que evidencia la escasez de superación; un mercado que intenta hacer histórico algo que no es histórico; una plaza de artesanos en donde venden figuras chinas y poleras de grupos, un hippie y una hippie, y una gorda que no hace nada; Galería Bavaria, un mall para los pobres, para que no tengan que viajar a La Serena a ver el otro mall de los cuicos y sentirse como uno de ellos, sin embargo, es muy caro y no es agradable; florerías en decadencia; locales a los que nunca he entrado; un persa que vende copias; un súpermercado de una familia extranjera acomodada socialmente en la ciudad; una comisaría con los hijos de los pobres orgullosos de su posicionamiento; zapaterías y peluquerías intactas, desconocidas; paraderos con gente llena de bolsas con suministros para poder seguir viviendo y pagar impuestos, para sobrevivir, para trabajar, para estudiar; luego, no te das ni cuenta y estás en el otro límite de la ciudad, llegaste a la Quinta Valle, en donde está la gente con una mejor situación socioeconómica, los autodenominados clase media, que de medios no tienen nada, y su exclusivo colegio Ambrosio O'higgins, o Cao'h, eso lo hace más cuico, las siglas extrañas. Y tú caminas, y qué. Sólo ves todo, tan cotidiano, y no te sorprende ser parte de esto. Existe una mina multinacional que te dará trabajo por un tiempo, pero a cambio te violará a tí, a tu familia, a tus amigos, a todos. Esto es exactamente lo mismo que cuando vinieron los españoles a por el oro, la única diferencia, como defecto nuestro, es que tenemos la consciencia de saber que lo hacen, que nos engañan, que nos roban y ninguno hace nada, a lo más da apoyo moral, con la fe que nada pasará. Eso es una mentalidad mediocre, una mentalidad obstinada, pasiva y no lo quieres aceptar.

El río, el mejor lugar de Vallenar. Alcohol, peleas, policías, drogas, fútbol, perras, oscuridad. En este lugar se revela Vallenar, nos muestra tal como es su sociedad. Gente sin oportunidad que no tiene donde tomarse un trago, que no tiene dinero para ir a la disco, que quiere escapar de la urbe, de su gente, de las relaciones sociales impuestas. Esta es la gente que habita, no somos cuicos, no tenemos auto, no carreteamos en la casa del Nacho Rodríguez, no vamos a la Cuervo Negro, no voy al Yoyo's Pizza.

Eres más grande y te gusta una mina del Santa Marta, vas a los carretes donde ella va, te mezclas con gente desagradable con tal de estar cerca de ella, tienes que gastar más plata porque ella, indirecta y lamentablemente, lo pide, y muestra su parte de interés. Fiestas de quinceañero en donde se baila lo que se ve en la tele, se toma lo que toman todos, se come lo que debes comer y en la cantidad justa, dependiendo de tu reconocimiento, fiestas en donde se agrupan los skaters y "hacen-cosas-diferentes-mezcladas-con-maldad-y-punk-norteamericano", y no son más que mierda, sujetos planos. Y ellas, que en la tarde fueron al Rendic con su mamá a hacer las compras, seguramente se dieron una vueltita al centro, podían encontrar algo que comprar. Y también pasaron a la "Librería Victoria" a comprar unos materiales para el hermano menor para el día lunes. Y se visten con copias de la imagen capitalina (capitalista) que vende, adecúan la moda al estilo vallenarino.

Es la hora de estudiar y los mejores se van a Santiago y todos lo saben, y todos lo refriegan en las caras de los mismos. Los más o menos inteligentes se van a La Serena o a Copiapó a una estatal. Y los menos inteligentes (pragmáticamente en el sentido económico y consigo, social) se van a institutos a estudiar técnicos, estudiar trabajo social, estudiar para parvularias, ingenierías mulas, etc. Y al estar ahí, decir que eres de Vallenar es algo chocante, como cuando escuchas en la tele que nombran Vallenar y le dices a todos: "dijeron Vallenar" y miras atento, creyendo que van a decir más, pero no. Dices Vallenar y crees que te aplaudirán, pero no, Vallenar no es nada más que una ciudad ajena para todos, sólo fíjate que no tiene atractivos: o es Huasco, o es el valle. Vallenar no tiene universidad, Vallenar no tiene malls, Vallenar no tiene Falabella, Vallenar no tiene McDonalds; Vallenar sólo tiene plagios, Vallenar no tiene nada de valle si no fuese por un hilo de agua que cruza el cemento urbano, que cruza vidas que quieren marcharse.

Vivir como afuerino, consciente que eres de Vallenar, que es tu tierra, te pule hasta encontrar un ser triste. No es divertido estar estudiando lejos de tu familia, de tus amigos, para transformarte en una pieza (JAMÁS ESENCIAL) del jueguito de la vida, para transformarte en lo que odias, en esa simplicidad de vida, sistema, la rueda, el mecanismo, parte por parte: nacer, crecer, estudiar, trabajar, casarsem vejez, demencia, muerte. Es triste estar consciente de estos cambios, y es más triste hacerse el huevón con estos cambios. Vallenar no cría ganadores. Farkas a lo mejor, quizás, pero ese tipo no tiene la misma sangre diaguita. Pero, ¿qué? No somos más que un puñado de perdedores, nostálgicos, viciosos, y que en nuestras mentes intentamos detener el sistema, pero actuamos en base a él.

Calle Prat. Domingo, vacías. Sábado en la tarde, poca gente. Viernes, de día: trabajadores apurados, locos; en la tarde: estudiantes; en la noche: delincuentes. Bares con ideas copiadas y sin éxito. Calles con autos seudo-"Rápido y Furioso", Bata con pacos afuera, un restaurant en el que no conoces a nadie (nadie), un jeep con rubias que no se mezclan con nadie, unos departamentos en la plaza, una plaza de cemento, una iglesia que guarda los pecados de sus curas pedófilos (Casiano Rojas), sus obispos corruptos que van de visita y los reciben como si fuese un familiar.

Vallenar en decadencia, Vallenar en peligro, Vallenar, ya no quiero escribirte más. Siempre estaré feliz de volver a verte y nunca renegaré de tí, pero me da pena ver tus defectos, ver tus arrugas, ver tus canas. No soy nada más que un perdedor, un hijo de tu tierra, un ser que criaste y lo volviste inerte. Soy Juan Pablo Tapia Robles, un condenado por tí.

sábado, 22 de mayo de 2010

Peter Gunn

El tipo avanzaba por parajes oscuros, suburbios, por callejuelas entre negras y azules, humo, basura, ventanas chicas con rejas negras, basureros, diario en el piso, ratas, autos policiales, deshabitadas, iluminados por la luna y alguna luz de algún foco, iba vestido con su abrigo negro, guantes cortados, un gorro de copa, un bastón, botas, camisa blanca, y con un paso formidable. Lo hacían llamar Peter, Peter Gunn.

Peter, llamémoslo por su nombre, era un amante del homicidio, de la carne, de los cuerpos pintados con sangre, de cuchillas, pistolas, lo que sea. Y fue eso lo que lo llevó a deambular por lugares marginales en búsqueda de lo mismo, de la muerte, de ser parte de ella, de unirse, de consumar su amor con el final.

Y así fue como entró a un bar clandestino en donde se encontraban más de los suyos destrozándose, bebiendo alcohol y llorando, otros muertos, otros totalmente lúcidos, otros estrellándose contra la pared, otros comiendo vidrio, otros desmayados, otros drogados, otros riendo, otros bailando. El efecto fue inmediato, Peter comenzó a bailar desenfrenadamente y de fondo sonaba esta canción.

por Juan Pablo Tapia Robles

viernes, 21 de mayo de 2010

Una vida, una mentira, un futuro: "La Mierda"

Supongo que como ser humano, no soy el único que se cuestiona costumbres, pensamientos, ideales, etc, que están dentro de nuestras sociedades, y dentro de nuestras vidas, o diario vivir mejor dicho. Quizás puede que unos vayan mucho mas alla que otros, pero eso es otra cosa.
Supongo también que la mayoría de las personas alguna vez han tenido su "etapa d mierda", donde ven todo mal, nada les gusta y entonces van a un psicólogo el cual los trata a causa de una "depresión", que luego desaparecerá, asumiendo que la mierda que viste o que vives a diario desaparecerá con el sólo hecho de ir a un doctor.
Me consideré un chico agradable e inteligente por muchos años, más aún, un tipo positivo, alegre, optimista, etc.
Siempre pensé que uno al crecer, no se daba cuenta cuando ya eras un tipo socialmente aceptado como maduro, y que ntonces todo iba bien, ya no existían dudas de niños, verguenzas, nada. Lo más extraño es que pensaba que la infidelidad en los adultos eran cosas aisladas, que sólo ocurría en films o cosas así, hasta que de pronto te bañas en un mar de realidad, ke t pudre.
A los 18 años me di cuenta que el mundo no tenía vuelta, que ningún partido político hará caer a todos aquellos que especulan kon nuestros sueños, que ya nunk el planeta volverá a ser un lindo lugar deskontaminado, que ya nunca andarás seguro por la calles o en alguna fiesta, que simplemente estás en un juego de mierda, del cual no puedes salir.
Cuando esa visión de lo que te rodea llega a tí, es como un golpe en tu rostro con alguna luma, o un rodillazo de lleno en la boca de tu estómago. Entonces es allí cuando nuestra vida comienza a ser grand, y a la vez decadente.
Nos drogamos, nos emborrachamos y lo hacemos cada vez con mas frecuencia, y claro es que en el fondo si pudiesemos estar drogados o ebrios la mayor parte del día, lo estaríamos, pero tampoko keremos ser una mierda en la sociedad que nos rige. Pasamos de ser grandes por ver la vida crudamnt komo es, a ser mierdas en ésta sociedad al kerer evitarla kon sustancias y mierdas.
Un día me di cuenta ke ya no creía en la felicidad, si no ke sólo existen momentos felices. Komprendí que kon una sonrisa no se kura todo, komo plantean los positivos de esta vida.
"Entonces te das cuenta ke tienes una vida, hecha en una sociedad kon valores e intenciones de mentira, ke nos lleva dentro de una carroza fúnebre a un futuro, que literalmente, será una mierda"

Nos drogamos, nos emborrachamos, a veces destruimos, sólo por una cosa, por que somos, en el fondo, personas frustradas, pero no tristes.
y por eso kolegas, siempre ke se puede brindar kon uds, se hace. salud!!


(Hubieron pasajes del texto en los ke alguna lágrima se me asomó, debo decirlo)





Por: RODRIGO TAPIA JOFRÉ

domingo, 16 de mayo de 2010

El Homenaje.


La triste historia de un hijo que se fue en las manos de un amigo, Por el minuto de silencio que se brindo, y por el duelo que aun esta latente. Juan Pablo Tapia se llevo el suspiro, la última chispa de mi hijo. El encendedor.

Por: Francisco Arévalo Silva.

lunes, 10 de mayo de 2010

El ciclo del daño y los últimos soñadores.

La historia de cómo mueren los últimos buenos hombres…

Todo empieza con el prejuicio de las mujeres al juzgar a los hombres de ser todos iguales, el ser humano nace neutro y se le forma en el camino, ¿Qué piensa un inocente niño al oír estas palabras? La respuesta es nada, solo las guarda en su subconsciente para en un futuro hacer uso inconciente de ellas.

El ciclo empieza cuando las féminas bajo su prejuicio se topan el camino con un espécimen de hombre en peligro de extinción, el aun soñador, el que aun es buena persona…
Bajo la escusa que es un hombre rompen sus sentimientos y toda ilusión de volver a creer en el amor, los apuñalan en base a mentiras, manipulaciones y humillaciones de todo tipo, es decir, los quiebran… y así muere un buen hombre por culpa de una mujer, así se asesina a un ser que jamás deseo mal, pero que pago por los errores de otro. En su afán por seguir haciendo mal en el ciclo, ofrecen amor y no dejan de destrozar a los pobres incautos que se posan en las alas de semejante mariposa traicionera, y aquel hombre se frustra. Decide que nadie es digno de su amor y mira al sexo femenino con recelo y desconfianza, mira hacia atrás y se siente herido por ver que algo supuestamente delicado lo contamino con el veneno mas toxico. Ahora comienza a sufrir, llorar en silencio al ver sus ideales rotos en miles de pedazos.
¿Qué mas puede pensar un hombre que solo quería recibir amor? ¿Qué puede sentir un hombre al ver como alimentan su ilusión y después ve como la pisotean sin asco? Una vez que se han causado todos daños posibles por existir, una vez que han aniquilado todo rastro de bondad y de cagarnos la vida, tienen el descaro de culparnos por ser unas bestias, bestias que ellas forjaron con sus propias manos y voluntad. Matando a los soñadores y ejecutando a los últimos amantes… dejando a aquel iluso abandonado al olvido, dispuesto a devolver el daño que ha sufrido sin merecer, iniciando el ciclo del daño….


Se que es una mierda, pero es lo que pienso.


Por: Francisco Arévalo Silva.

domingo, 9 de mayo de 2010

Homosexualidad, un tema para conversar

Pienso que toda la vida sería mejor si los hombres fuéramos, en parte, homosexuales. ¿Por qué digo semejante voludez? Porque si fuéramos homosexuales, nos importarían una raja las mujeres, incluyendo los problemas emocionales que el enamorarse de una de ellas significa. El tratar de entenderlas sería una problemática más fácil que la tabla del 1 y el tratar de jotearles las tetas sin que se den cuenta no sería una proeza dura de realizar a diario. Hay que aceptarlo: aunque hayan hombres que se hagan los machos rudos y digan que no están ni ahí con las minas, ellos mismos saben que se engañan, si al final los tienen todos cagados en cuanto a lo mental y lo monetario... y no sólo a ellos, sino que a muchos. Ver a mi padre y a muchos adultos ser unos pequeños sirvientes de sus señoras, me da miedo... me hace pensar que cualquier mina te pueda meter un gol y se va a quedar con todo tu dinero para el resto de tu vida... ¿O sea: Hijos = Condena? Parece ser que sí. Eso lo pienso cada vez que llego ebrio a mi casa y veo en los ojos de mi padre la decepción de verme así, tan débil, tan humillado, tan alcoholizado (si supiera que su hijo se metió en eso por minas ja ja ja), tan hecho mierda. Recuerdo que eso fue lo que me dijeron ellos el día que desperté muerto de curao cerca de un canal (una linda historia, por cierto): me dijeron que lo peor para los padres era ver como un hijo los decepcionaba, que era lo más frustrante para ellos. ¿Habrán pensado mis papás eso al momento de concebirme, que lo que venía en camino, iba a ser tan mierda? Por desgracia, creo que no… Mejor hubieran adoptado un hijo de África, alguien que fuera bueno y que no supiera de la existencia del alcohol, porque allá nacen sin alcohol y todas esas cosas... en África no hay Pub Duna, ni Boikot, ni Rock & Psicodelia ni ninguno de esos lugares, viles antros de la perdición. En fin, los hijos son una condena y una cadena de decepcionamiento para los padres...
Y a que voy con todo esto... hagamos cuenta: por minas me metí en el alcohol (y no es excusa, es una verdad, porque antes yo no era un chico bueno para la bebida), por minas los hombres tienen hijos y se condenan a un despilfarro de dinero, por minas los hombres se humillan a ser unos macabeos (y no digan que no algunos hombres.. cada quien sabe dónde le aprieta el zapato)... en fin, el homosexual tiene pros muy buenos, porque no son tan complejos como las minas y por el hecho de no tener vagina, no pueden tener hijos ni nada de eso... Al final, el ser homosexual es una opción fácil y entretenida… No sé cómo puedo hablar semejantes mierdas, teniendo polola (mujer) y que todos sepan del hecho que no me gustan los hombres, para nada... no sé... a veces me gusta hacer esto... hacerles perder un poco de tiempo (aunque creo que nadie leerá esto)... pero para aquellos interesados... ¿qué pasaría si fueras homosexual?



Por: Felipe Antonio.